El cierrapuertas de suelo WAB 180 hace frente a las pesadas puertas de cristal de la iglesia del Espíritu Santo de en Heidelberg
Los paneles de cristal de la iglesia histórica permiten reducir los costes de calefacción
La Iglesia del Espíritu Santo, situada directamente en la plaza del mercado, es uno de los principales atractivos turísticos de Heidelberg. También se considera una de las iglesias más visitadas de Alemania. La primera piedra se colocó en 1398.
Pero incluso una iglesia con tan larga historia tiene que evolucionar con los tiempos. Se instaló un nuevo sistema de calefacción para que los visitantes pudieran pasar tiempo en la iglesia sin que el frío les ahuyentara durante los meses más gélidos. Sin embargo, para conseguir que la gran iglesia alcanzara una temperatura aceptable, era necesario evitar que el aire frío entrara constantemente del exterior, ya que las puertas de entrada rara vez permanecen cerradas debido al gran número de visitantes.
Por tanto, había que encontrar una solución que resguardara el interior del aire frío pero que, al mismo tiempo, no interfiriera con el aspecto general del edificio. Esto se consiguió instalando elementos de cristal del suelo al techo con puertas de cristal integradas en los arcos góticos que dan a la nave central y a las naves laterales de la iglesia. Esto supuso un gran reto, ya que las puertas debían ser lo más discretas posible. La empresa Ehrmann se encargó de esta tarea. Los elementos de cristal de las puertas se colgaron de soportes verticales con la ayuda de estrechas vigas transversales.
Los cierrapuertas de suelo WAB 180 no se rinden ni siquiera ante las puertas más pesadas.
Las puertas debían cerrarse por sí solas, por lo que necesitaban un dispositivo de cierre poco llamativo que pudiera manejar los pesadísimos paneles de cristal de las puertas con facilidad.
El cierrapuertas de suelo WAB 180 resolvió este difícil requisito. Gracias a su diseño especial, puede utilizarse para puertas de hasta 600 kg. En la iglesia del Espíritu Santo, se utilizaron losas de piedra en lugar de las habituales placas de recubrimiento, para que el cierrapuertas de suelo se integrara a la perfección con su entorno. La palanca también se incorporó de forma invisible al soporte vertical.