La trampilla de acceso a la buhardilla no debe abrirse hacia abajo sin amortiguación

A petición del cliente: la trampilla debe abrirse aprox. 90° hacia abajo, pero despacio por razones de seguridad.

La carpintería Franz Treffer de Sandersdorf, Alemania, ofrece a sus clientes acabados de interior, restauración y mobiliario a medida. En este caso, también personalizaron una trampilla para acceder a la buhardilla.

Sin embargo, la trampilla no cumplía del todo los estándares de calidad de Schreinerei Treffer. El cliente quería una trampilla que se frenara al abrirla y que no se abriera de golpe si no se tiene cuidado al abrirla. El Sr. Treffer encontró a DICTATOR en Internet y nos envió una consulta el 18 de octubre. El mismo día recibió una sugerencia de solución. No pistones de gas, como él buscaba en un principio, ni amortiguadores de montage fijo, que habrían sido el producto clásico, sino amortiguadores de apertura.

Los amortiguadores de apertura, que normalmente impiden que puertas o ventanas batientes se abran de forma incontrolada, garantizan ahora que la trampilla se abra hacia abajo lentamente y de forma controlada

El amortiguador de apertura tenía dos ventajas decisivas: estaba en stock, mientras que los amortiguadores de montaje fijo siempre se fabrican a medida. Y tiene un tope final. Por supuesto, el volumen de suministro también incluye el cálculo de los puntos de montaje exactos y la entrega de los accesorios de montaje necesarios. El 25 de octubre, solo una semana después de la consulta, Treffer ya había instalado el amortiguador de apertura según las especificaciones y estaba muy satisfecho con el funcionamiento. Dos semanas más tarde, la trampilla se instaló en las instalaciones del cliente en el plazo previsto y con el diseño de alta calidad por el que Treffer es conocido. El cliente final no solo recibió una solución de alta calidad, sino que también se tuvieron en cuenta los aspectos de seguridad y se garantizó una larga vida útil de la trampilla. Esto se debe a que los amortiguador de apertura también garantizan que las bisagras estén siempre protegidas, ya que no están sometidas a ninguna carga repentina.

La trampilla no se desploma de golpe, sino que se abre lenta y controladamente.